1. Quitar el amortiguador delantero.
2. Controlar por si hay daños o pérdidas de aceite.
3. Comprimir y extender la barra del pistón del amortiguador como mínimo tres veces a una velocidad constante. Al cuarto tiempo de compresión, comprobar que el esfuerzo necesario no cambie y que no haya ruidos anómalos.